JMJ Panamá 2019 “He aquí la servidora del Señor...” — Español

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JMJ Panamá 2019 “He aquí la servidora del Señor...”

 

Teniendo muy fresco en mi corazón este multitodianrio encuentro, quiero compartirles la alegría inmensa que he experimentado al participar de esta jornada. Los jóvenes con su entusiasmo y energía han logrado contagiarme mucho dinamismo y convicción de que vale la pena trabajar con paciencia para que ellos logren ser partícipes de estos encuentros, compartir su fe y amor por Jesús a pesar de vivir y provenir, varios de ellos, de familias muy vulnerables.

Se me gravó a fuego en mi corazón el mensaje del Papa a los jóvenes:

Recordando la visita de Jesús a la sinagoga de Nazaret, cuando afirmó: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír" el papa les dice a los joven que para Jesús no existía el mientras tanto, sino el ahora y los jóvenes son el ahora de Dios. También les habló de las dificultades que tenemos para creer en un Dios tan concreto, tan cotidiano, tan cercano y tan real:“…incluso a ustedes, queridos jóvenes, les puede pasar lo mismo cada vez que piensan que su misión, su vocación, que hasta su vida es una promesa tan solo para el futuro y nada tiene que ver con vuestro presente, como si ser joven fuera sinónimo de sala de espera de quien aguarda el turno de su hora”. Para luego decirles con mucha fuerza, “¡Ustedes no son el futuro sino el ahora de Dios!”

Siento que he regresado de esta jornada con una misión, seguir acompañando, en lo más que pueda a estos jóvenes, pues a esto nos invitó el Papa con su mensaje: “A los mayores que están aquí y a los que nos están viendo, les pregunto: ¿Qué haces tú para generar futuro en los jóvenes de hoy?, ¿eres capaz de luchar para que tengan educación, para que tengan trabajo, para que tengan familia, para que tengan comunidad?

Toda la jornada estuvo marcada por la presencia de María, mirándola a ella el Papa nos motivaba a abrazar la vida con su fragilidad y pequeñez, desde aquí junto a mis hnas de delegación, una vez más agradezco a Dios y a la Congregación por esta vivencia.

 

Sr Sonia